Piensa en tu trabajo y dime cuánto tiempo vas a seguir ejerciéndolo. No es sólo si te vas a cansar de él. Es más bien algo así como: ¿De verdad esto le vale a alguien? Si estás en tu oficina, delante del ordenador, levántate un segundo. Date un paseo. ¿Qué hacéis ahí? ¿Para qué estáis? Si mañana os cansarais y echaseis el cierre, ¿a quién le importaría? ¿Quién os echaría de menos? Bueno, venga. Siéntate. Más allá de la escenita esencialista, la verdad es que lo más probable es que todo el mundo se haya sentido alguna vez así. Y cada vez más.
Si estar así es incomodo, imagínate vivir siendo taxista en tiempos de Cabify, siendo periodista en tiempos de Youtube, o dueño de un cine en estos tiempos. Si no tienes muy claro cuál es valor que tienen para vuestro cliente lo que estáis ofreciendo, no deberías relajarte demasiado. En estos tiempos nuestros, no hay peor circunstancia para una empresa que mirar hacia los lados y darte cuenta que hay mucha gente que parece estar dando con la tecla mientras nosotros no. No tenemos demasiado claro cómo va a ser nuestro futuro en un mundo interconectado de "millenials ultrasociales".
La gran pregunta es: ¿Por qué hay tantas industrias que se están mostrando tan vulnerables al cambio?
Desde nuestra perspectiva de consultores de marca, la pregunta es muy pertinente. Generar un cambio, pasar a ser una compañía orientada hacia el usuario, implica una serie de gestos, decisiones estratégicas y mapas mentales que son no son fáciles de alcanzar. Para la mayoría de las compañías que deciden emprender el viaje, su aventura tiene que ver mucho más con una reflexión de lo que son a día de hoy que con abrir una nueva oportunidad de negocio. Huir de la esclerosis y alcanzar sus propósitos.
Lo de crear una experiencia única, satisfacer a un consumidor, es un fin interesante. Pero crear diseño de experiencias para transformar la dirección de una compañía y generar un reajuste, eso es mágico. Si estás en ese punto, estos son nuestros principios básicos del mapa mental de la empresa orientada a la experiencia:
1.- Alinead el impulso de crear nuevas experiencias con un objetivo estratégico de la compañía. Mejor si es con el propósito de vuestra marca. No lo limitéis. Confiad en este hecho: para lo primero que os va a servir el ejercicio es para que ya no os hagáis más la pregunta, "¿Para qué estamos aquí?".
Postgrado en Marketing Digital de IL3 · Universitat de Barcelona
Aprenderás a integrar el medio on-line estratégicamente en tu plan de marketing con una visión 360º
2.- Si la tesorería de vuestra compañía se lo puede permitir, comprad un martillo neumático que rompa las paredes de vuestros departamentos. El diseño de servicios y orientarse a la creación de experiencias es un trabajo de un único equipo con un único objetivo. No se crea en un departamento. Lo genera la suma de las sensibilidades de la compañía.
3.- Olvidad todas vuestras creencias sobre lo que podéis hacer y lo que no. Si el mapa de experiencia no expande la perspectiva de lo que vuestra compañía es capaz de hacer, es que habéis sido poco ambiciosos.
4.- No compliquéis la idea de lo que esto es. Crear experiencias es encontrar soluciones. Ni más
ni menos. Cuanto más conozcáis lo que necesitan vuestros clientes y, sobre todo, por qué lo necesitan, mayores son las probabilidades de éxito. No se puede crear una buena experiencia si ésta no es la solución a algo.
5.- Los perfiles que se crean en marketing no existen. Es así. En la realidad no existe una masa amorfa de perfiles sociodemográficos. En la realidad sólo existen las personas. Si la persona no está sentada a la mesa de las reuniones, o nadie la representa, algo está fallando. En términos de experiencia, no trabajéis para "mujeres millenials de renta media". Trabajad para Sandra.
6.- No os limitéis a los puntos de contacto que están bajo vuestro control. Un punto de contacto es cualquier lugar o situación en el que podéis ayudar a vuestros clientes. La vida de los clientes ni empieza ni acaba en vosotros. Sed valientes y replanteadlos todos.
7.- Pasadlo bien y disfrutad de alinearos con los vuestros. Si no es una experiencia memorable para vosotros, ¿cómo va a serlo para ellos?